And the Oscar goes to…
Estas palabras fueron dichas por la fabulosa Jane Fonda hace poco más de tres meses. Parasite (2019) hizo historia al ser la primera pelicula en ganar Mejor Pelicula del Año en un idioma que no era Inglés. Sin embargo, parece que fue hace años que ganó. La razón por la que pienso que ese momento histórico fue hace tanto tiempo es sencilla:
En un abrir y cerrar de ojos nuestro mundo cambio y el coronavirus revolucionó y comenzó a destruir instituciones, normas y patrones que, como sociedad, establecimos para sobre- y convivir en un mundo híper-conectado por el capitalismo y el dinero. Una de las instituciones que mas ha sufrido en los últimos meses ha sido la industria del CINE. Nacido de pequeñas luces, la magia de una cámara y la eterna imaginación de artistas, el cine ha tomado millones de formatos alrededor del mundo. Nos ha transportado a ser niños como cuando vemos The Wizard of Oz (1939), nos ha demostrado que el amor no siempre funciona como deseamos como cuando Sebastián y Mia no terminan juntos en La La Land (2016) y nos ha enseñado las extensas posibilidades del universo expandido como en Star Wars (1977). Sin embargo, en los últimos meses la sensación de estar sentado por horas en una sala de cine viendo, no corrección, viviéndote una película no ha existido.
El cine nos da el permiso de transportarnos a nuevos mundos donde conseguimos diversión en momentos oscuros, pero en uno de los momentos más transcendentales de nuestra historia no lo tenemos a nuestra disposición. Durante los meses de Marzo, Abril, Mayo y en los meses por venir Junio y Julio teníamos tantas películas para ver como: Mulan (Disney), F9 (Universal Pictures), No Time To Die (United Artists & Universal Pictures) entre otras. Pero el coronavirus nos impidio poder disfrutar de las mismas. Todos los cines alrededor del mundo cerraron, estudios cinematográficos detuvieron producciones, fechas de películas y series de televisión comenzaron a cambiar y miles de personas se quedaron sin trabajo.
¿Cuál es la solución? Bueno, a corto plazo parece ser que streaming services como Netflix y Hulu han estado salvándonos de nuestro aburrimiento. También, los estudios cinematográficos comenzaron a lanzar sus películas antes de tiempo y a rentarlas por precios inflados para recuperar ganancias. Mi preocupación con esto, como amante de estar en una sala de cine viendo una película, es que caigamos en un estado de complacencia y nos olvidemos de las salas de cine por completo. Aunque digamos que nos hace falta una sala de cine, la realidad es, que lo más seguro no estamos preparados para estar rodeados de decenas de personas; aun así con precauciones necesarias como máscaras y mucho hand sanitizer.
Pero, ¿Qué sucederá a largo plazo? La realidad es que no sabemos. Hay producciones en ciertas partes del mundo que han comenzado a grabar nuevamente, pero con limitaciones, el director Christopher Nolan se niega a mover su nueva película Tenet (les dejo el trailer por que esta movie se ve espectacular) asegurando que se estrenará en cines y la Academy of Motion Pictures Arts and Sciences o los OSCARS anunciaron que posiblemente la ceremonia del 2021, la cuál celebra las películas del 2020, pudiese ser atrasada.
Estamos viviendo en un momento de incertidumbre y, en lo personal pienso que, si no seguimos las medidas de precaución, no tendremos un final inmediato a esta crisis. Como la mayoría de los lectores y seguidores de Cultura Secuencial yo soy amante al cine. Extraño estar en una sala con mis amistades, pagando combos de popcorn súper caros, reírme, llorar, asustarme y muchas más. Viviendo la experiencia de lo que una imagen en movimiento me hace sentir y a donde me puede transportar. Mientras tanto, a tí que me lees, te digo, protégete y sigue celebrando el arte del CINE, ahora y en ese momento mágico que podamos regresar a esas extraordinarias salas.
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